martes, 24 de junio de 2014

Los Coristas


La película "Los Coristas" está situada en la Francia de 1949. Eran años crisis y reconstrucción social. Se acababa de salir de la devastadora Segunda Guerra Mundial que había quebrado la economía europea y había diezmado a su población. Eran los inicios de la guerra fría, el mundo se encontraba dividido en dos polos y EE.UU. ejercía su influencia en la Europa Occidental con las ayudas del Plan Marshall.
De esta manera en un contexto de amplia crisis social surgían los Estados de Bienestar. Uno de los problemas a atender eran los chicos huérfanos y de familias pobres. Por ese motivo se abrieron instituciones con características de internados en donde los chicos recibían educación.
En este film aparecen dos concepciones claras de educación:

Por un lado encontramos un sistema educativo tradicional donde los alumnos son vistos como depósitos de conocimiento, en el cual se utiliza una metodología represiva y autoritaria. El alumno que no se ajusta al modelo es expulsado.
    En este instituto no existe la comunicación entre las autoridades y los alumnos, en su enseñanza o "disciplina" prevalece el castigo, el cual es sancionado a través de la violencia física, sin ningún tipo de compasión ni contemplamiento.
      El rol que se les asigna a los alumnos es completamente pasivo ya que no se tiene en cuenta en general (ni sus motivaciones, ni sus conocimientos anteriores, salvo en el caso del coro) y tampoco se les hace participar libremente en la clase.
     Con respecto a rol del docente podemos decir que es normalizador, esto se aprecia el método de disciplinamiento acción/reacción. De esta manera el aprendizaje es dejado de lado para imponer disciplina, siendo lo único necesario que alcancen un conocimiento básico.
      El nivel de libertad de los alumnos es bajo. Muestras de ello son los estrictos horarios, la censura de su opinión, etc. Cuando no están controlados se produce un efecto opuesto en donde abundan los abusos de poder entre compañeros, como el caso de Pepinot que tiene que pagar para poder comer. 
       La forma de resolver los conflictos tiene aspectos arbitrarios, esto se ve claramente en el caso del robo que el director inventó al culpable. 
          Respecto a la rigurosidad de los castigos podemos decir que es alta, ejemplo de esto es el encierro en celdas y los maltratos físicos y psicológicos. 
        En cuanto al modo de trabajo entre docentes podemos decir que es vertical e individual ya que las propuestas de los docentes al directivo es mínimo y no hay trabajo interdisciplinario. Esto lo visualizamos en el hecho de la dificultad que se presenta para establecer el coro.
          Las aulas donde estudian los alumnos presentan una distribución del estilo de un anfiteatro.
     Y por otro lado encontramos el modelo que viene a impartir el prefecto Clement: hombre de buenos sentimientos con otro manera de educar, con nuevas filosofías e ideologías, que viene a revolucionar la educación y la forma de enseñanza que se impartía en ese colegio, acrecentando una mejor conducta y sentimientos de los niños en base a incentivos, premios y dialogo con los mismos, ganándose su confianza y respeto de una forma pacífica y amorosa.     
        En cuanto al dominio de grupo, este personaje no se deja vencer y sin imponer castigos duros como el resto de los cuidadores o profesores se comienza a hacer respetar. Los castigos que dicta el profesor son con la intención de enseñar al alumno que lo que hizo esta mal y no debe repetirlo, y poco a poco va logrando su objetivo; así también lo hace en sus clases, donde utilizando sus propios sueños crea un coro, en el cual no excluye a ninguno de los niños, los hace sentirse importantes, soñar y luchar hasta lograr sus propósitos.
El prefecto Clement pudo ver más allá de lo que veían sus ojos, pudo ver lo que esos chicos podrían llegar a ser en el futuro.
También es necesario mencionar la sensibilidad y el amor que sentía por la música, la cual utilizo como un vinculo sentimental con los niños, empleándolo como un factor de distracción y disfrute para ellos, sin dejar de tomar a la música como una disciplina que le ayudara como método de corrección de las diferentes conductas que habían desarrollado los niños. Desarrollando en ellos el compromiso y fomentando la unión para alcanzar objetivos en sus vidas, trazarse metas que pudieran cumplir por amor a lo que en realidad quisiera realizar, sin sentir repulsión por sus propios actos.

 A modo de cierre, es de obvio conocimiento que el modelo de educación que se impartía en el reformatorio es altamente cuestionable porque para la construcción de la educación es necesario el apoyo del docente como intermediario, cumpliendo el rol de educador, de constructor de conocimientos con los alumnos, de modelo de sus estudiantes, y no imponiéndose como una dictadura  donde no existe la participación. Dónde se deben hacer las cosas por obligación. La forma de enseñar del prefecto se presenta como algo sumamente innovador para la época ya que va en la búsqueda de las potencialidades de cada estudiante, de su originalidad para aprender.









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